15/11/2014
Comunicación Escola María Moliner / Concha Martínez
El taller, que ha tenido una
duración de siete horas, ha girado en torno a lo que se conoce como
Facilitación Grupal. En él se han compartido un conjunto de técnicas y
conocimientos orientados a tomar conciencia de cómo funcionan los grupos,
cuáles son los roles que se manifiestan en su seno, como se gestiona el poder,
como se gestionan y comunican las emociones, como se deben tomar las decisiones
desde la escucha y el consenso, como se organiza el trabajo, etc.
A partir de la comprensión de las
dinámicas llevadas a cabo en el taller, se pueden implementar las técnicas
necesarias para mejorar todos los
aspectos de relación que se dan en el campo grupal, basándose en la perspectiva
de grupo como un organismo vivo, donde el todo es más importante que las partes
y el equilibrio y la armonía interna dependen de las relaciones que se dan
entre las personas que lo componen.
Desde esta ángulo, el conflicto se convierte en una oportunidad de
crecimiento, una posibilidad de generar más comunidad y fortalecer al grupo.
Durante el taller se ha ido
indagando en los potenciales personales y grupales, desde el punto de partida
de dos presupuestos:
1.- ¿Cómo me
gustaría que fuese mi participación en el grupo?
2.- ¿Cómo me
gustaría que fuera una propuesta unitaria?
para a través de cuatro
cuestionamientos-guía llegar a la formulación de una serie de ideas-fuerza, que
no son más que directrices de pensamiento y ejecución, presentes en la acción,
dirigidas al equipo de trabajo para resolver e impulsar un proyecto de forma
clara y motivadora. La idea fuerza ha de ser enunciada de forma breve y
constituye la esencia del mensaje. Las preguntas que conducen a su formulación
serían:
1.- ¿Qué necesidades o derechos
priorizaríamos en una propuesta de futuro?
2.- ¿Qué objetivos se
priorizarían en esta propuesta?
3.- ¿Cómo se mejorarían a corto
plazo las estructuras de gobernanza o funcionamiento grupal?
4.- ¿Qué necesitaría mejorarse en
el clima colectivo en lo que respecta a comunicación, flujos de información y
relaciones grupales? y ¿cómo me siento
“yo” dentro del grupo?
A partir de la puesta en común de
las respuestas a estas preguntas se pretende llegar a gestionar las diferencias
de forma creativa y transformadora para llegar a la cohesión y al compromiso, a
la vez que a gestionar las diferencias desde la desidentificación de los roles,
el enfoque positivo e integrador, la
puesta en valor del objetivo común, el refuerzo grupal y en suma el
establecimiento de alianzas posibilitadoras para todas las personas.
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